TOMÁS MURILLO (Belalcázar). Hijo de familia ilustre, estudió medicina en la Universidad de Alcalá de Henares y fue catedrático de Vísperas en la de Granada. Felipe IV le envió a Andalucía para curar la peste de 1650 y en 1651 tomó parte en las conclusiones de Medicina que hubo en la parroquia de San Pedro de Córdoba. Fue durante muchos años médico en los presidios de Orán y en las galeras españolas, en reconocimiento de lo cual fue nombrado médico de la familia real y de cámara. Cuando enviudó se ordenó sacerdote, dedicándose a curar enfermos pobres a los que servía a un tiempo de médico y cura. Escribió varias obras sobre medicina, de las que cabe señalar: Responsiva apología a un tratado del licenciado don Cristobal Mirez Carvajal Médico, en que pretende probar que la nieve es seca a predominio (1650), Resolución filosófica y médica muy útil del verdadero temperamento frío y húmedo de la nieve (1667), Favores de Dios ministrados por Hipócrates y Galeno (1670), Novissima, verifica et particularis hypochondicae melancholiae curatio et medela (1672) y Tratado de raras y peregrinas yerbas que se han hallado en esta corte y sus maravillosas virtudes (1674).