MIGUEL DE MEDINA (Belalcázar, 1489-Toledo, 1578). Estudió en Córdoba filosofía y teología y a los veinte años tomó el hábito de San Francisco en el convento de Santa María de los Ángeles de Hornachuelos. Más tarde estudió retórica, sagradas escrituras y lenguas orientales en el Colegio de San Pedro y San Pablo de Alcalá de Henares, se doctoró en Toledo y obtuvo la cátedra de Sagradas Escrituras en la Universidad de Alcalá. En 1560 fue enviado por Felipe II junto con otros teólogos para participar en el Concilio de Trento. De esta época es su obra De sacrorum hominum continentia (1568), en la que defiende ardientemente el celibato de los religiosos. De vuelta a España, fue elegido Guardián del convento de San Juan de los Reyes de Toledo y en 1571 le nombraron Definidor general de la Religión. Por encargo del arzobispo de Sevilla corrigió la segunda edición de las obras de Fr. Juan Fero, pero sus comentarios fueron acusados de contener proposiciones heréticas. Miguel de Medina se defendió con su obra Apologeticum locorum quorumdam Joannis Feri (1567-1578), a pesar de lo cual fue encarcelado durante cinco años por la Inquisición de Toledo acusado de defender doctrinas anticristianas. Escribió también las siguientes obras: Christianae parenesis sive de recta in Deum fide (1564), Disputationes de indulgentiis adversus haereticos (1564), Enarratio trium locarum ex capite secundo Deuteronomii (1560), Expositiones in quartum symboli apostolici articulum (1564), Tractatum doctum de igne Purgatorio (s.f.) y Exercicio de la verdadera y christiana humildad (1570).